Ya estoy aquí!

Sí, sí, ya sé que no he posteado hace algunos días; y pidiendo las disculpas del caso, les contaré los últimos acontecimientos de estos días.

Hace unas semanas decidí ir al médico. La razón es que sospechaba que un mioma en el útero, cuya existencia conocía desde hace 5 años, estaba comenzando a fregarme la paciencia. Y yo no me lo hacía ver hace 4 años.

¿Mioqué? Mioma, o fibroma. Es un tumor, generalmente benigno, que crece en una de las paredes del útero; en mi caso, el más grande se encontraba en la pared externa, por lo cual su tipo era subseroso. Según la Enciclopedia Medline, ocurren en una de cada 5 mujeres en edad de procrear, sobre todo en mujeres mayores de 30 años (bueno, casi casi, tengo 29).

Una buena explicacón la hizo un médico amigo de mi abuelo. Me permito copiar parte de su e-mail, en que para poderlo entender lo compara con una palta:

… Estos myomas pueden crecer cerca a la capa interna del útero ( Submucosa ); pueden crecer bajo la capa serosa ( Subserosa ) o pueden crecer en la parte carnosa ( La parte comestible de la palta ), llamada myometrio ysi es así, se les llama tumores intramurales ( Dentro del  «muro»).
Los tumores pueden ser asintomáticos o pueden causar muchos síntomas: hemorragia profusa con las menstruaciones; dolor; presión contra la vejiga urinaria causando frecuencia urinaria o  mientras la paciente tose hay pérdida de orina; puede causar infertilidad.
En la capa interna  (Que en la palta cubre la pepa ): endometrio, es muy común el cancer del endometrio.

Las ecografías que me hice señalaron que tenía varios miomas, pero el más serio era uno de 9 cm y tenía áreas necrosadas. El médico que me vio me dijo simplemente: «te operas; eso puede causar una peritonitis y puedes perder el útero».

Lo que siguió fue algo rápido: programar la fecha de la operación, análisis, coordinaciones en el trabajo, avanzar las ediciones de videos, consultas… Ya los días finales casi fueron con un día gigante, hasta que llegó el viernes 19 de diciembre, día de la operación.

He tenido mucho miedo estos días. La posibilidad de perder el útero o que ocurra algo en plena operación me angustiaron. Podía estar con mis amigos, pero a la vez me sentía sola y con mucho temor de lo que pudiera pasar.

Estuve con mis padres en la clínica, y llegó el momento de que me lleven a la sala de operaciones. Ya ahí, mi médico y su equipo hicieron el trabajo.

En la espera para ir a sala de recuperación, mi médico me mostró la bolsa con el mioma -que recibió el nombre de Eustaquio Falopio, alias Mr. Eustasse- y me dijo: «Mira… 20 cm»… ¿Quéééééééeééé? «Salió completo y tu útero está en su lugar».

Felizmente, la recuperación va normal…  Debo decirles que he tenido suerte, y que Dios ha sido bueno conmigo.

¿Que por qué les cuento todo esto? Para decirles lo importante de aquello que nos recomiendan a mujeres y hombres: un chequeo anual de nuestra salud. Yo no me hice ver por 4 años y miren a lo que llegó el «pequeño» Eustaquio. Algunas amigas y familiares me dicen «el médico me dijo que tengo un mioma, o un quiste… «Me duele mucho cuando tengo la regla». Lo que les puedo decir después de estos días es: anda al médico de una vez. Hombres, chequéense también. Una vez al año, evita daños.

Adiós, Mr. Eustasse.

PD: La foto la tomó mi madre con su celular. La edición es mía.

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